Una nueva tragedia ferroviaria que, además de conmover, indigna. ¿Cuántas más tendremos que pasar?

El Jueves amaneció con una nueva tragedia sobre nuestro país. A las 7:07 de la mañana, por motivos que aún no trascendieron, la línea Sarmiento sufrió el choque de dos trenes, dejando el saldo, según los comunicados oficiales, de 3 muertos y más de 90 heridos.

Un accidente que automáticamente nos lleva al 22 de Febrero de 2012, donde en Once una tragedia similar dejaba 51 muertos y más de 700 heridos. 

Intervención estatal mediante, salida del por entonces Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, quite de la concesión a TBA de las líneas Sarmiento y Mitre, no supieron hasta ahora dar un servicio digno. Al menos, sin un accidente.

Este tren que embistió al otro, salió a las vías el Lunes contra, según palabras del delegado Ferrari, las voluntades de los operarios. "No estaba en condiciones de salir" afirmó.

Nos preguntamos, ya que Florencio Randazzo había prometido nuevas unidades, si las denuncias acerca de que las líneas nuevas no eran nada más que las viejas "tuneadas" a la vista no serán ciertas, ya que sólo dos días fueron suficiente para que una nueva tragedia se haga presente. El gobierno dice que hace muy poco tiempo se cambiaron los frenos por un sistema nuevo. Parece que no anduvo bien. Se habla de una luz roja que no fue atendida. Se están buscando responsabilidades en errores humanos cuando todos sabemos que, aunque pueda ser, la cuestión es de fondo.

¿No hay suficiente dinero para encarar una situación tan importante como lo es la Seguridad en el Transporte de una manera eficiente? Pero si hay un presupuesto de $3,25 millones por día para Fútbol Para Todos, por tirar un ejemplo.

Hagamos algo, se nos vienen los trenes encima. Lo que sea, hsata crear un Ministerio de Rating que se encargue de bajar los números de Lanata si quieren. Pero tiene que haber un grupo importante con un foco dirigido a estos temas, mucho más importantes. Si les parece, armar hasta una secretaría de Fixture. Un Ministerio de Festivales. Otro Ministerio de Creación de Días Feriados. Creemos todos los ñoquis que quieran. Que coman, muerdan, cometeen, corrompan. Hasta ese punto llega este pedido. Pero es imperativo que se hagan algunas cosas bien. Son las centrales, las que definen si todo lo demás puede o no pasar.

Pedimos un foco. Concentrarse en lo que nos está pasando. Dejar de pensar cada acción por un voto. Si hacen las cosas bien, los votos van a venir solos. Para el oficilismo y para la oposición. No recibamos a un nene caprichoso de YouTube que quiere hablar con la Presidenta para vaya a saber uno qué chiquilinada quiera decirle, y atendamos a tanta cola de gente dispuesta a ofrecer una mejora. No se intenta desoír a ningún niño, sino simplemente dirigir y enfocar las energías fuera de la demagogia, sacando el humo que no nos deja seguir por la vía del progreso. Sí, vía.